CISO como Servicio 

Contar con un CISO no es un lujo, sino una necesidad estratégica para cualquier organización moderna. Sin embargo, no todas las empresas pueden permitirse un CISO interno de tiempo completo, ya sea por presupuesto o por falta de personal cualificado.

Dirección y supervisión experta en ciberseguridad.


Monitorización del cumplimiento normativo y regulatorio 


Desarrollo e implementación de políticas y controles de seguridad de la información.


Supervisión del acceso a datos y sistemas sensibles.



Liderazgo en respuesta a incidentes: identificación, gestión, comunicación y remediación.

Evaluación de seguridad de proveedores.


Coordinación de pruebas de seguridad (por ejemplo, pentests y escaneos de vulnerabilidades).

Revisión y diseño de la arquitectura de seguridad.



Creación y mantenimiento de la documentación de procesos.

Evaluación, seguimiento y reporte de riesgos periódicos.


Formación continua y sensibilización del personal.


Beneficios principales

Acceso inmediato a experiencia senior: CISO con trayectoria y certificaciones, respaldado por un equipo multidisciplinar.

Flexibilidad de escala: Adaptás el servicio en función de tus necesidades y evolución del proyecto.

Transferencia de conocimiento: Potenciás tu equipo interno a través de formación y buenas prácticas continuas.

Eficiencia en costos: Evitás el costo de un puesto interno a tiempo completo.

Cumplimiento constante: Mantienes tu organización alineada con normativas como PCI‑DSS, ISO 27001, NIS2, RGPD, entre otras.

Mejora continua: El CISO‑aaS, al ser un servicio recurrente, favorece el desarrollo constante de tu postura de seguridad.

 Cómo funciona en la práctica

  1. Evaluación inicial: Se realiza un diagnóstico de madurez y riesgos.
  2. Plan de acción: Se definen objetivos, prioridades y cronograma.
  3. Ejecución y monitoreo: Implementación de políticas, controles y formación. Revisión de desempeño y adaptación.
  4. Reportes ejecutivos periódicos: El CISO comunica avances, hallazgos y recomendaciones a la alta dirección.

Así, la ciberseguridad pasa de ser un enfoque reactivo a una estrategia situada en el núcleo del negocio.